miércoles, 24 de junio de 2009

Canción nº 1

Voy flotando por el universo,
mintiendo a todo aquello que me encuentro,
sin atreverme a soñar,
sólo deslizándome entre nubes y cielos,
sólo tocando todo aquello que desprecio,
buscando todo lo que deseo,
buscando estrellas escondidas
que se desvanecen entre mis dedos…

Y la frustración se expande entre nosotros
que sólo como cobardes nos entendemos,
incapaces de hablar sin pelear
demostrándonos, una y otra vez,
que no lograremos ser más que polos opuestos,
que se atraen, por más que se desprecien
que se atraen sólo para dañarse…

voy flotando por el universo
y me encuentro con zonas de luz y oscuridad,
mundos bipolares de sueños y pesadillas,
ilusiones y maldiciones que me persiguen
hacia el lugar que busco,
el lugar de la paz donde nada ni nadie podrá tocarme,
con nebulosas en forma de caparazones
y agujeros negros por los que tirar mis miedos.

Y la frustración nos une más allá de lo imaginable,
Porque tú, que me igualas en cobardía,
Eres el único por el que tocaría tierra,
El único al que vendería baratas mis caricias…
pero tú no ves la verdad tras el espejo,
sólo el reflejo de los actos suicidas,
y ni siquiera me dejas que me disculpe,
que te diga el primer te quiero verdadero…

Y la frustración se expande entre nosotros
que sólo como cobardes nos entendemos,
incapaces de hablar sin pelear
demostrándonos, una y otra vez,
que no lograremos ser más que polos opuestos,
que se atraen, por más que se desprecien
que se atraen sólo para dañarse…

sábado, 6 de junio de 2009

Quérote

Te quiero, pero solo a veces, la mayoría del tiempo te odio, por todo, por nada, porque no hay nada, ya ves, sólo el rastro de mi dedo en el cristal de mi habitación que una y otra vez me dice que te quiere, que no le importa lo que mi cordura demande, porque lo único que importa es el sentimiento, los sentimientos que me impiden odiarte.

viernes, 5 de junio de 2009

Pobre Ofelia...

Mientras se incorpora, se marea y cierra los ojos.
Intenta agarrarse a algo y, entonces, sólo entonces, y con los ojos cerrados, es capaz de notarlo. Nota el pinchazo en uno de sus dedos, en el corazón de la mano izquiera... Abre los ojos, sobresaltada, asustada, y ve cómo una gota de sangre cae al suelo.
Después de esa primera gota, brotan otras y todas ellas se van deslizando por su piel hasta formar un charco a sus pies. Empieza a notar el dolor, la desesperación de ir quedándose vacía, de ir desangrándose lentamente...
Vuelve a cerrar los ojos y todos sus sentidos se intensifican. Añade ahora el dolor de no ver a nadie a su lado para pedirle ayuda, suplircarle a gritos, ayúdame... Alguien a quien abrazar, mientras la abraza. El dolor por su cobardía, por permitir que escaparan una a una con su consentimiento todas las personas y todos los sueños que importaban... todo aquello que importaba de verdad.
El dolor se hace insoportable. Siente algo ajeno: un hormigueo en su nariz. Sabe que está llorando. Sabe que lo está haciendo y que ya no podrá parar. Las lágrimas se derraman y comienza a caer... Caen sobre sus gotas de sangre. Todo el agua de su cuerpo está escapando de una muerte segura... huye por sus ojos.
Poco a poco, la sangre y las lágrimas se estienden por su habitación. Sabe que la ahogarán, pero ya no tiene importancia, para entonces ya estará vacía por dentro.
Cuanto dolor...
Jamás imaginara una muerte tan dolorosa: no fuera lo suficientemente realista.
En este momento, pierde la consciencia de la realidad.
Caen en el medio de su vida y nota cómo la corriente la arrastra como si de un río se tratase...
Se funde con su sangre y con sus lágrimas y se adentra en la tierra...
Se funde tanto y con tanta intensidad como nunca lo hizo en su vida...
Se funde tanto y con tanta intensidad que nunca nadie la pudo encontrar...

jueves, 4 de junio de 2009

el frío acechando


Y tengo frío.

Déjame.

Sólo lloro porque tengo frío,
porque está instalado en mí,
dentro de mí,
y lloro porque no soy capaz de sacarlo,
lloro porque me hace daño...

Lloro porque ya no sé qué hacer con ésto,
con todo lo que me rodea,
con lo que me marca.
Lloro porque no veo la hora para poder huir,
alejarme,
lloro porque hay una pesadilla que me acompaña en cada sueño,
disfrazada de payaso, tiburón,
de lo que sea,
pero está ahí,
como una sombra,
pegada a mí...

Lloro porque soy una cobarde incapaz de plantarle cara a aquello y aquellos que me hieren...
Lloro porque tengo frío,
tengo frío, llueve y es de noche,
y tú no estás,
para tumbarte a mi lado y decirme:
"no pasa nada, princesa, estoy a tu lado, llora todo lo que quieras y échalo fuera"

Lloro porque es invierno desde hace años
y no puedo gritar lo suficientemente alto como para que tú me escuches,
y cuanto más callo, más muda me vuelvo,
más loca, más frío...
más sóla, más...

Sólo lloro porque te echo de menos,
sólo eso.