sábado, 6 de junio de 2009

Quérote

Te quiero, pero solo a veces, la mayoría del tiempo te odio, por todo, por nada, porque no hay nada, ya ves, sólo el rastro de mi dedo en el cristal de mi habitación que una y otra vez me dice que te quiere, que no le importa lo que mi cordura demande, porque lo único que importa es el sentimiento, los sentimientos que me impiden odiarte.

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