viernes, 30 de octubre de 2009

abriendo y cerrando baules rojos a los pies de mi cama


El cansancio me duele tanto,
recordar Posidonia,
"dejarse arrastrar por mareas y corrientes"
y saber que la noche es sólo para los que sueñan,
pero por más que sueño no se hacen realidad
y voy amontonando sueños irrealizables
en un baúl rojo,
a los pies de mi cama,
colándolos por las rendijas,
sin saber si aún están allí
porque la llave no aparece...

¿Sabes tú dónde está?

Yo sólo quiero verte también,
sin que me arrastres,
sólo verte,
sólo tocarte
y besarte,
acariciarte con mis dedos...
Sólo quiero jugar con tu pelo
y ver tu sonrisa,
tu sonrisa...

Pero los sueños se amontonan
y ni siquiera luchan por salir,
se conforman con la hospitalidad de ese baúl
que tú, sólo tú, te atreviste a regalarme,
y que yo, sólo yo, me atreví a conservar,
consciente de que era mi fin,
de que podrías manejarlo todo
a tu antojo,

consciente de que no me liberarías.

jueves, 29 de octubre de 2009

las lágrimas de lorenzo


Y dime cómo luchar contra las ganas de golpearse una y otra vez contra ese muro,
romperse poco a poco intentando echar abajo la pared,
la impotencia de sentir que sólo te tiene a ti misma
y a tu cuerpo
para conseguirlo
y ni siquiera es lo suficientemente fuerte como para abrir una pequeña grieta por la que pueda entrar aire
y salir tu voz.

Aún asi sigues destrozándote contra ese muro tan sólido
(que tú misma has ayudado a levantar),
abriendo aún más heridas,
¿qué importan ya cuando ni siquiera las sientes ya por el dolor que corre por tus venas?
¿Y qué importa ya cuando ya nada importa a parte de la claustrofobia de sentirte encerrada con tu propia pesadilla:
tú,
tu mente despierta
y la sucesión de recuerdos que gritan en tus oidos
para que no te olvides de ellos ni de todos los errores que cometiste?

¿Qué importa que tus manos sangren cuando tu corazón quiere dejar de latir?

Venus dolorida


Supongo que no todo es placer,
que para mí el placer implica dolor
y que no sólo importa esa búsqueda continua...

Esforzarme para olvidarte tiene un límite
y presiento que lo he cruzado
sin quererlo,
sin darme cuenta...
Y parece que sólo sé algo a ciencia cierta
cuando ya es demasiado tarde para arreglarlo,
como tú y como yo,
como yo y mis intentonas,
como yo y todo lo demás...
Y aún así, sé que seguiré buscando el camino,
sólo que ahora sé que tu camino está bloqueado
para siempre,
y que hay caminos que no puedo coger
por mí
y porque tampoco son lo que quiero.

Espero encontrar algún día un camino que desee
y que no tenga nada que ver contigo,
porque hasta ahora todos los caminos que he deseado,
todos eran para llegar hasta ti,
sin éxito,
sin placer,
sin amor,
sin esperanza.

domingo, 25 de octubre de 2009

Andrómeda


Y supongo que es una manera como otra cualquiera,
una manera de suplantar el dolor interior,
de demostrar con moratones lo que siento.
Hazlo y no te preocupes por ello
porque no me duele,
no de la forma en la que me han hecho daño antes.
Ahora es placer,
y en placer se quedará,
o eso espero,
porque no estoy preparada,
no lo estoy...

Quiero hacerte daño.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Genio Embotellado

Lo he descubierto, ya sé cómo alejarme de tu influencia, de los recuerdos, de las ilusiones que despiertas en mí...
Lo he descubierto y, aunque en principio parezca la peor salida, es la única con la que olvido recordarte, buscarte entre la muchedumbre...
Y no pienses que no lo haré porque, esta vez sí, estoy dispuesta a todo por alejarte, estoy dispuesta a sumergirme en la inconsciencia una y otra vez, todas las noches que haga falta, hasta que te veas reducido a la nada en mi cabeza, sacándote y encerrándote a sorbos en la botella de la que sale el genio que me da la fortaleza para hacerlo.


El genio embotellado de Rode

miércoles, 2 de septiembre de 2009

soñando con sueños


Las gotas de lluvia se deslizan por la ventana, rápido, sin detenerse. Estás dormido, soñando con algo que te hace sonreír, indefenso en tu desnudez. Sólo quiero tocarte el pelo, la cara, tu cuerpo y saber que cada rincón que escondas lo habré tocado antes un millón de veces.
Un rayo ilumina tu cuerpo y nunca antes amé tanto las tormentas. Hace frío y tengo el impulso de coger las mantas, amontonadas en nuestras piernas, enlazadas, para arroparte, protegerte, pero lo rechazo, no quiero despertarte, no quiero taparte, quiero seguir viéndote.
-Sólo quiero que no acabe, sólo quiero que sigas sonriendo cuando me atreva a decirte que te quiero cuando estés despierto. Mirarte a los ojos y notar esa paz, ese equilibrio que me aportas. No tener miedo... No tener miedo de los huecos que has llenado sin darte cuenta, haciéndome saber lo vacía que estaba antes de conocerte. Los has llenado y ni siquiera sabía que esos huecos estaban ahí hasta que tú te metiste dentro para cubrirlos.Mis padres se amaban, creo que jamás te lo he dicho, pero se amaban, de una forma tan obsesiva como yo lo hago contigo, de una forma que raya la destrucción. Y así, de esa forma, cuando se quisieron dar cuenta, se odiaban, olvidaron todo el amor, lo enterraron, y para cuando se quisieron dar cuenta todo lo demás fue inevitable, pero sé que en el fondo se seguían amando, pero no eran capaces de verlo... Era demasiado tarde para volver a dormir juntos, a soñar juntos todas las noches. Yo sólo sueño con que tú sigas soñando. Sólo sueño con que no te despiertes antes de que yo lo haga y encontrar la cama vacía, vacía de amor, pero llena de odio y rechazo.
Te mueves para coger las mantas, pero sigues dormido mientras nos cubres y me arrastras hacia ti, un poco brusco para mí. No puedo evitar dejarme llevar, olerte la piel, zambullirme en tu cuerpo y tocarte, casi con desesperación, deseando que tu olor se introduzca por cada uno de los poros de mi piel, embriagándome.
-No llores y sumérgete conmigo en mis sueños.
No, no quiero hacerlo, no quiero soñar y despertar. Soñar y correr el riesgo de que te vayas. No quiero, y, sin embargo, lo hago, desatendiendo mi labor de vigía, de protegerte, haciendo caso omiso de las vocecillas de mi cabeza que me repiten continuamente que de lo único que necesitas protección es de mí misma.

sed


Despiertas. Notas la garganta seca, el dolor en los labios, necesitas beber, pero al levantarte, sabes que has dormido mal: tienes dolor de espalda y un pinchazo en el cuello. Te levantas igual, porque tienes sed. Conforme avanzas por el pasillo, se te hace eterno, porque recuerdas tus pesadillas… Duelen más que tu espalda y tu cuello, duelen más que la sed que te seca la garganta, duele más la necesidad de gritar, pero no puedes. Tropiezas y te caes. Sabes que te tienes que arrastrar, pero apenas logras ver el final del pasillo, porque las lágrimas de tus ojos no te dejan. Sólo ves, una y otra vez, las imágenes que te persiguen en cuanto cierras lo ojos. Tu insomnio es un insomnio forzado. Algo que nadie sabe. Que reflejan tus ojeras. Y tu sonrisa oculta. Algo que nadie sabrá porque estás lejos y te falta algo, pero no te atreves a pedirlo. Nadie te lo dará.

Tienes sed, pero las lágrimas son saladas y no lograrán calmarla. Necesitas agua dulce, agua que te calme y te serene, que te deje ver la realidad, las paredes que palpas, el suelo que pisas… Consigues levantarte y sigues, como cada mañana , a coger el agua que tienes reservada para todas las mañanas.

Nada, sin saber nada...


Aguantar el nudo de mi estómago, intentar hacerle frente, no pensar en que me cuesta respirar, que la fuerza con la que te hago frente me hace bloquear la mandíbula y no abrirla ni para coger aire, corto tus facciones con mis ojos, intento memorizarlas y me asusto, me aparto, me agacho y te doy la espalda, no quiero notar el dolor de estómago, me niego, no quiero saber que mi piel se está erizando, ella sí nota el frío. Noto cómo ese frío sube por mi espalda y me recorre de los pies a la cabeza… se hace más fuerte en mi estómago, sube por mi garganta, hasta mi boca, hasta mi nariz, hasta mis ojos… sobre todo en mis ojos. No quiero saber nada del agua que empaña mis ojos y me impide ver la realidad, el mundo real, el mundo ajeno a mí. No quiero saber nada del agua salada que se desplaza por mi cara y hace surcos en ella, enrojeciéndola, dañándola, dañándome, dañándonos… no quiero saber nada de todo esto. Nada de todo esto. Nada.

martes, 1 de septiembre de 2009

hace dos años...


Tendré con quién ir al cine, quien me recomiende música, con quien tirarme a ver pasar las tardes, el tiempo, las hojas del calendario, con quien llorar y reir, un lugar al que volver todos los fines de semana, no echaré de menos a mi familia ni a mis preciosos perros ni a mis amigos... No me tengo q preocupar de cómo decir que dejas tirado a una persona, no tendré que investigar por el precio de viajar a Barcelona, tengo que dejar de buscar líneas de buses que no tendré que coger, ni leer asignaturas que no tendré que dar, ni tendré que comprar una cámara de fotos, ni buscar nuevos compañeros de clase, ni compañeros de piso, ni preocupar por tener el aire acondicionado siempre preparado, ni limpiar las ventanas, ni echar de menos la comida de mi madre... Ni preocuparme sobre cómo mantenerme viva en un ambiente bélico... ¿Qué importa que fuese mi sueño? Ahora ya sé que de eso no moriré, una preocupación menos. Los sueños... se rompen. Y nadie lo puede evitar. Nadie lo quiere evitar. ¿A quién le importa? En realidad, a nadie. A quien le puede importar perder algo que nunca tuvo, estuve cerca, pero no lo suficiente y sin embargo, duele... Y sin embargo, yo perdí, perdí... perdí algo que nunca tuve, perdí mi sueño. Esta lucha ya no es la mia. ¿A quién le puede importar? Soñé con algo que aún no tenía, soñé que ya estaba en un lugar al que aún no llegara, soñé, y caí. ¡Qué estupidez! La culpa es mia por pensar que algo podía salir bien, por pensar que algo en esta vida podía ir por el carril adecuado, que por error, algo me podía favorecer... Soy idiota por confiar cuando todo me indica que es inútil confiar... Nada puede salir bien, nada me saldrá bien, sólo el fracaso.

Y sin embargo, aquí estoy, dos años más tarde, haciendo todo aquello con lo que soñaba, dirigiéndome al lugar donde quiero estar, lo estoy haciendo y lo hago sóla, sólo yo, por mí misma... Aún así, hecho de menos todo aquello por lo que me lamentaba, os hecho de menos mis marías...

en tu buzón...


A veces te mataría, sabes? Tengo la sensación de que por mucho que escape, por mucho que huya, nuevas ciudades, nuevos bares, nuevos licores, nuevos compañeros, por mucho que huya, te seguiré viendo en miles de caras que me recuerden a ti, ilusionándome al imaginarte en la cara de un actor que le dice algo hermoso y manido a la actriz de turno, viéndote entre la gente al pasar la vista sin fijarme y teniendo que volver de nuevo los ojos al lugar donde creyera verte...

Ya no queda esperanza, demasiado tiempo, ya... ya.

Y sin embargo, sigo intentado olvidarte, hoy y ayer, y los días que los precedieron, escribiendo antes de dormir para no soñar contigo, o quizás con el deseo de que sí te presentes en mi mundo de fantasía, no lo sé, lo siento, no sé por qué lo hago....

Lo único que sé, que aprendí por el camino, es lo que no debo hacer, lo que debo evitar a toda costa.

Ya no tengo esperanza, ya te lo dije, pero sí me queda la ilusión, el deseo, el anhelo de que dentro de poco estas palabras carezcan de sentido, me causen risa, dejar de verte en todos lados, sin verte, pero viéndote, y pensando, deseando, rezando, cada vez más y con más fuerza que todo esto se irá con nuevas ciudades, nuevos bares, nuevos licores, nuevos compañeros...

martes, 21 de julio de 2009

Sin ti a mi lado


Estoy cansado de hacer el mismo recorrido,
el mismo trabajo,
ver las mismas caras, los mismos paisajes

sin ti a mi lado.
Mi vida poco a poco se va llenando de esos días

tristes, grises y opacos,
que uno omite en su biografía.

Cansado de ir cada noche a los mismos bares,

buscándote aunque sé que no estás,

que no voy a encontrarte.
Cansado de ir cada noche lamentando tu ausencia,

directamente a tu altar,

para hacerte una ofrenda.

Mañana será tarde si vienes a buscarme;
mira en tu buzón, dejé un mensaje.

No todo está perdido,

encuéntrate conmigo,

tú bien conoces el camino.

A esas horas en las que casi todos
engañan a sus amantes,
casi siempre encuentro un buen momento
para asesinarme.
Y entre muerte y muerte miro a la ventana,

con la vana esperanza de ver que Madrid

se consume entre llamas.


Tú quizás mientras, busques un horario perdido

o cantes una canción para dormir a un niño.

Tú quizás mientras, busques en horarios perdidos

la letra de una canción que yo te he escrito.


Mañana será tarde si vienes a buscarme;

mira en tu buzón, dejé un mensaje.

No todo está perdido,

encuéntrate conmigo,

tú bien conoces el camino.


Mañana será tarde si vienes a buscarme...

sábado, 18 de julio de 2009

besos teñidos de oscuridad


Un sentimiendo oscuro que me aleja,
el deseo de oscurecerme aún más.

Cómo se puede desear la oscuridad,
la negrura,
la necesidad de hacerse invisible
a los recuerdos?

Pero sólo en las sombras de las noches...

La luz del día me calma,
pero en este cuarto,
de noche,
las cosas siguen pasando sin que yo las vea,
oscuras, también ellas,
y me dan miedo...

Por eso sólo deseo la negrura,
para que ellas no logren verme,
como yo tampoco consigo verlas.

martes, 14 de julio de 2009

confesións



Desde hace tres años lo único que quería gritarme a mí misma era: cobarde, covarde, covard, sukur, coward, vigliacco, lâche, feigling, covarde, mesig, frygstom, raukka, schórz...

Pero ahora lo único que quiero gritar sobre mí es: valiente, valente, valent, ausart, brave, coraggioso, courageuse, tapfer, valiente, modig, miehuullinen, awanturniczy, EGO SUM FORTIS!!



Gracias! Gracias por llamarme, por permitirme explicarme, por dejarme hablar sin interrumpir, por sonreír al otro lado del teléfono, por hacerme sentir un abrazo a mil doscientos kilómetros de distancia, por no herirme, por entender y comprender lo que mi voz te explicaba sin necesidad de repetirlo, por pillarlo todo a la primera... Por cambiar de tema sólo cuando ya no había nada más que decir, o no quería decir nada más, por no humillarme, por prometérmelo y por la sinceridad de tu voz, por percibir que mi corazón estaba saliendo por mi boca, por entender que una palabra diferente a las que pronunciaste me lastimaría... Sólo quiero agradecerte que me hayas dejado ver a la persona que creía perdida desde hace años, por hacerme sentir que esa persona estaría ahí, por hacerme sonreír, cuando lo más fácil habría sido hacerme llorar... Gracias por tender la mano, no la que yo deseaba, pero sí la que me aferra a la cordura...

Hoy me he dado cuenta de que te quiero, con todo lo que has cambiado, y me doy cuenta de que no hay nada malo en eso, me doy cuenta de que ha sido para mejor, has crecido, has madurado, y, como a los vinos, el reposo te ha hecho más sabio... Ahora ya no tengo nada que hacer, porque me doy cuenta de que te quiero, tú lo sabes, desde hoy ya lo sabes, y de que te quiero más que nunca por tu manera de ver el mundo y por la manera en que hacer que yo lo veo.

Te quiero.

miércoles, 24 de junio de 2009

Canción nº 1

Voy flotando por el universo,
mintiendo a todo aquello que me encuentro,
sin atreverme a soñar,
sólo deslizándome entre nubes y cielos,
sólo tocando todo aquello que desprecio,
buscando todo lo que deseo,
buscando estrellas escondidas
que se desvanecen entre mis dedos…

Y la frustración se expande entre nosotros
que sólo como cobardes nos entendemos,
incapaces de hablar sin pelear
demostrándonos, una y otra vez,
que no lograremos ser más que polos opuestos,
que se atraen, por más que se desprecien
que se atraen sólo para dañarse…

voy flotando por el universo
y me encuentro con zonas de luz y oscuridad,
mundos bipolares de sueños y pesadillas,
ilusiones y maldiciones que me persiguen
hacia el lugar que busco,
el lugar de la paz donde nada ni nadie podrá tocarme,
con nebulosas en forma de caparazones
y agujeros negros por los que tirar mis miedos.

Y la frustración nos une más allá de lo imaginable,
Porque tú, que me igualas en cobardía,
Eres el único por el que tocaría tierra,
El único al que vendería baratas mis caricias…
pero tú no ves la verdad tras el espejo,
sólo el reflejo de los actos suicidas,
y ni siquiera me dejas que me disculpe,
que te diga el primer te quiero verdadero…

Y la frustración se expande entre nosotros
que sólo como cobardes nos entendemos,
incapaces de hablar sin pelear
demostrándonos, una y otra vez,
que no lograremos ser más que polos opuestos,
que se atraen, por más que se desprecien
que se atraen sólo para dañarse…

sábado, 6 de junio de 2009

Quérote

Te quiero, pero solo a veces, la mayoría del tiempo te odio, por todo, por nada, porque no hay nada, ya ves, sólo el rastro de mi dedo en el cristal de mi habitación que una y otra vez me dice que te quiere, que no le importa lo que mi cordura demande, porque lo único que importa es el sentimiento, los sentimientos que me impiden odiarte.

viernes, 5 de junio de 2009

Pobre Ofelia...

Mientras se incorpora, se marea y cierra los ojos.
Intenta agarrarse a algo y, entonces, sólo entonces, y con los ojos cerrados, es capaz de notarlo. Nota el pinchazo en uno de sus dedos, en el corazón de la mano izquiera... Abre los ojos, sobresaltada, asustada, y ve cómo una gota de sangre cae al suelo.
Después de esa primera gota, brotan otras y todas ellas se van deslizando por su piel hasta formar un charco a sus pies. Empieza a notar el dolor, la desesperación de ir quedándose vacía, de ir desangrándose lentamente...
Vuelve a cerrar los ojos y todos sus sentidos se intensifican. Añade ahora el dolor de no ver a nadie a su lado para pedirle ayuda, suplircarle a gritos, ayúdame... Alguien a quien abrazar, mientras la abraza. El dolor por su cobardía, por permitir que escaparan una a una con su consentimiento todas las personas y todos los sueños que importaban... todo aquello que importaba de verdad.
El dolor se hace insoportable. Siente algo ajeno: un hormigueo en su nariz. Sabe que está llorando. Sabe que lo está haciendo y que ya no podrá parar. Las lágrimas se derraman y comienza a caer... Caen sobre sus gotas de sangre. Todo el agua de su cuerpo está escapando de una muerte segura... huye por sus ojos.
Poco a poco, la sangre y las lágrimas se estienden por su habitación. Sabe que la ahogarán, pero ya no tiene importancia, para entonces ya estará vacía por dentro.
Cuanto dolor...
Jamás imaginara una muerte tan dolorosa: no fuera lo suficientemente realista.
En este momento, pierde la consciencia de la realidad.
Caen en el medio de su vida y nota cómo la corriente la arrastra como si de un río se tratase...
Se funde con su sangre y con sus lágrimas y se adentra en la tierra...
Se funde tanto y con tanta intensidad como nunca lo hizo en su vida...
Se funde tanto y con tanta intensidad que nunca nadie la pudo encontrar...

jueves, 4 de junio de 2009

el frío acechando


Y tengo frío.

Déjame.

Sólo lloro porque tengo frío,
porque está instalado en mí,
dentro de mí,
y lloro porque no soy capaz de sacarlo,
lloro porque me hace daño...

Lloro porque ya no sé qué hacer con ésto,
con todo lo que me rodea,
con lo que me marca.
Lloro porque no veo la hora para poder huir,
alejarme,
lloro porque hay una pesadilla que me acompaña en cada sueño,
disfrazada de payaso, tiburón,
de lo que sea,
pero está ahí,
como una sombra,
pegada a mí...

Lloro porque soy una cobarde incapaz de plantarle cara a aquello y aquellos que me hieren...
Lloro porque tengo frío,
tengo frío, llueve y es de noche,
y tú no estás,
para tumbarte a mi lado y decirme:
"no pasa nada, princesa, estoy a tu lado, llora todo lo que quieras y échalo fuera"

Lloro porque es invierno desde hace años
y no puedo gritar lo suficientemente alto como para que tú me escuches,
y cuanto más callo, más muda me vuelvo,
más loca, más frío...
más sóla, más...

Sólo lloro porque te echo de menos,
sólo eso.